Durante seis días a la semana —de lunes a sábado— más de 730 personas, en su gran mayoría habitantes de Móstoles, reciben asistencia alimentaria en el comedor social San Simón de Rojas. 90 de ellos son niños. Son atendidos por las mañanas, en turno triple, por los 60 voluntarios del comedor social, que procuran proveerles, junto a un copioso desayuno, de las viandas suficientes para consumir a lo largo del día. El comedor, que lleva abierto veintidós años, distribuye también vestuario, calzado, juguetes y pañales y, en ocasiones, costea alojamiento para las personas sin hogar que piden ayuda a este centro.
Nuestros concejales y concejalas no quieren ser ajenos a la dura realidad social que viven los usuarios de estos servicios dados por una organización sin ánimo de lucro, y ha querido citarse en el centro para conocer las demandas de este colectivo, tanto por parte de los usuarios como de los organizadores. La presidenta y el personal responsable de este comedor nos manifiestan que echan en falta un espacio municipal para que las personas en situación de calle puedan tener un aseo conveniente: duchas, baños, y espacio de aseo personal.
