«Tenemos derecho a exigir la mejor calidad en los servicios más esenciales de la ciudad, como la recogida de basuras o la limpieza »; Debate sobre el estado del municipio 2016

en Actos públicos/Actualidad/Medio Ambiente

En el Debate sobre el Estado del Municipio, toca el turno al área de Medio Ambiente, Parques y Jardines y Limpieza Viaria. Prosigue el portavoz del grupo municipal de Ganar Móstoles, Gabriel Ortega:

«Desde Medio Ambiente, Parques y Jardines y Limpieza Viaria, en primer lugar hemos detectado un problema estructural, de enorme profundidad y de enorme antigüedad ligado al control de los contratos de externalización de servicios. La falta de control por parte de la Administración está sin duda suponiendo una merma notable en la calidad del servicio que las contratas tienen la obligación de prestar. Este es un problema cuya gravedad no se debe minusvalorar; al fin y al cabo, estos contratos suponen un desembolso inmenso para las arcas municipales por el que tenemos el derecho a exigir el servicio de la mejor calidad, más si cabe cuando se trata de los servicios más esenciales de la ciudad, como la recogida de basuras, la limpieza o el mantenimiento de servicios  públicos.

En esta línea, hemos logrado ya corregir algunas malas prácticas. Es el caso de CESPA, con quien logramos  el compromiso de reponer, sin coste alguno para el Ayuntamiento, 1.800 jornadas laborales —el equivalente a sesenta puestos de trabajo—, sin coste para el Ayuntamiento, para tareas de emergencia de cuidado de parques.

Sabemos que esta es una materia sensible, como ha quedado claro en las intervenciones de nuestros vecinos y vecinas. Podrá argumentarse que los parques de la ciudad y la limpieza viaria presentan un estado de cuidado manifiestamente mejorable. Es verdad. Nosotros no hemos venido aquí para mirar hacia otro lado ante los problemas de nuestra ciudad. Es completamente cierto; pero para evitar parchear y saltar de detalle en detalle a golpe de queja puntual, hay que pararse y atacar la raíz estructural del problema: la falta de control sobre los millonarios contratos del Ayuntamiento. El argumento vale para muchos más ámbitos de la gestión pública. Por ese motivo, de las primeras medidas tomadas en la Concejalía [de Medio Ambiente, Parques y Jardines y Limpieza Viaria] es una reestructuración interna con el fin de que, con los escasos recursos existentes, crear un gabinete jurídico y un servicio de inspectores realmente eficaz que sirva para vigilar y asegurar el cumplimiento íntegro de los contratos. Y que a nadie le quepa la menor duda de que no tendremos reparo alguno en tramitar expedientes sancionadores contra aquellas empresas que cometan faltas susceptibles de ser sancionadas.

En lo que se refiere a Cofely debemos anunciar que existe ya un principio de acuerdo para una salida ordenada de la empresa que conviene a ambas partes. Cofely quiere limpiar una mancha tremenda en su trayectoria y el Ayuntamiento pasar página en un episodio que simboliza toda una etapa de corrupción y connivencia entre política, intereses privados y tramas mafiosas generadas alrededor de la contratación pública para el saqueo de la riqueza común.

En cuanto a la rehabilitación de edificios públicos, nuestro objetivo prioritario es avanzar en la necesidad de dotar a estos edificios de todos los servicios esenciales para personas con diversidad funcional.

Igualmente, vamos a hacer una apuesta muy ambiciosa para cambiar un modelo de ciudad que encuentre en la sostenibilidad ecológica la razón de ser de su adaptación al siglo XXI; así, hemos contribuído al diseño conceptual de un polo de innovación ecosocial que albergue un centro para impulsar un cambio de modelo productivo a nivel regional para formar y asesorar a la ciudadanía en materia del gran nicho laboral del futuro, que es el empleo verde, las energías renovables, la agroecología, el cierre de ciclos de materiales, al mismo tiempo que generamos una incubadora de cooperativas y economía social que nos permita ir construyendo un tejido empresarial alternativo y con una fuerte conciencia de su responsabilidad social y ciudadana.

En esa misma línea, se va a implementar una red de huertos urbanos agroecológicos en el marco del proceso Móstoles, ciudad en transición, aprobado por unanimidad en el Pleno del pasado mes de noviembre, lo que nos permitirá cumplir con compromisos exigidos en el Pacto de los Alcaldes. Contará con diferentes nodos y tipos de huertos —comunitarios, ligados a programas con instituciones, parcelas individuales de alquiler, huertos escolares, fincas periurbanas, huertos domésticos—, además del esfuerzo ya en marcha para la multiplicación de huertos escolares en colegios públicos.

En el ámbito escolar, destacamos el Programa de Eficiencia Energética 50/50, por el cual la mitad de los ahorros energéticos irán destinados a inversión directa en los colegios y la otra mitad en inversiones de eficiencia energética. Este programa, que en el municipio de Rubí consiguió un ahorro de más de 200.000 euros al año, va a ser implementado en cinco colegios piloto a partir de este curso.

También hemos logrado reorganizar desde el área de Medio Ambiente el trabajo para ampliar la oferta de talleres de personas adultas del Aula Ambiental de Finca Liana. Más importante: queremos convertirla en un centro de ecología social y sostenibilidad, abriendo una nueva etapa que comenzará con actividades por las tardes y el fin de semana, a través de un convenio-marco con asociaciones ecologistas locales y regionales.

Otra novedad a implementar desde 2017 es un mercado agroecológico de carácter periódico con productores de cercanía y asociaciones ligadas a la soberanía alimentaria para que tengan un espacio donde ofrecer sus productos y servicios.

2017 será también el año en el que se acometerán algunos proyectos importantes de ajardinamiento, como las realizaciones siempre postergadas del PAU4 o la reconversión del irracional Césped de los Gatos del Teatro del Bosque en un jardín vertical que dignifique un lugar de alto valor simbólico para la ciudad.

En cuanto al Plan Móstoles Verde el objetivo es llegar al final de la legislatura a la cifra simbólica de un árbol por cada habitante de Móstoles, lo que supondría un aumento de más de un tercio de la fracción arbórea.

Pretendemos igualmente adecuar nuestra ciudad a los más altos estándares de gestión urbana sostenible, haciendo uso desde métodos de jardinería ecológica, hasta la suma de la ciudad al Pacto de Milán por la Soberanía Alimentaria, pasando por un plan de naturación urbana que adapte nuestros parques al contexto ecológico regional. Para ayudar a compensar los escasos recursos municipales, pretendemos establecer mecanismos de colaboración para que la sociedad civil pueda participar en cualquiera de estos programas y nos ayude a impulsar un nuevo modelo de ciudad sostenible, ilusionante y garante de una vida buena en la que el protagonismo ciudadano sea uno de sus pilares centrales.»