La Comunidad de Madrid ha escrito un nuevo capítulo en su particular libro de despropósitos y parches, intentando solucionar problemas creados por su propia y desastrosa incompetencia.
El caso que nos ocupa ahora es el del intento de reestructuración de las aulas TEA en los centros de la Comunidad de Madrid. Después de tomar la decisión de ampliar el ratio de 5 alumnos o alumnas a 7 por aula, ahora le pasa la patata caliente a las propias familias, para que decidan ellas mismas si sus hijos e hijas van a permanecer el próximo curso en una clase de 5 alumnos o en otra en la que se amplíe dicho cupo. Todo ello con un texto escueto en el que no se indica si la opción elegida puede suponer traslado a otro barrio e, incluso, a otro municipio. Tampoco indica los recursos en cada una de las opciones, los tiempos de apoyo, las condiciones de escolarización, etc., etc…
Como remate a todo este sin sentido, no da cabida a ningún espacio en el que las familias puedan formular su opinión al respecto y, además, obliga a la firma del documento, lo que supone, de facto, una relación vinculante con el escrito.
En Ganar Móstoles lo tenemos muy claro. El proyecto de las aulas TEA disponía que el número máximo de alumnos por aula fuera de 5. Es un proyecto que funcionaba y que tan solo necesitaba de su desarrollo en cuanto a la ampliación del número de unidades para, así, dar respuesta a las necesidades de escolarización que se iban generando.
El problema es que, ante el aumento de demanda de escolarización de niños y niñas con espectro autista, la respuesta de la Comunidad de Madrid fue masificar estas aulas. Y ahora quieren transferir la responsabilidad a las propias familias para que decidan si quieren que sus hijos estén en un aula masificada o en otra fuera de su entorno social.
Esta inoperancia demuestra, como poco, un desconocimiento asombroso de este trastorno, pues una de las líneas de trabajo más importante con ellos es la socialización. Y sacarles de su contexto social, de su barrio, por una cuestión de ahorro presupuestario, no es la decisión más inteligente.
Ganar Móstoles demanda y exige que se vuelva al ratio máximo de 5 alumnos y alumnas por aula y que la Comunidad de Madrid deje de una vez de realizar experimentos cuyo objetivo es únicamente el recorte económico, a costa de dar una respuesta satisfactoria de la ciudadanía.