Móstoles se consolida como ciudad en los años 70, al pasar de ser un pueblo de 2.886 personas en 1960 a una ciudad que acogía a más de 156.000 personas en 1981. Según el INE entre 1970 y 1980, se construye el 60% del parque inmobiliario, sin que se dote a la ciudad de las infraestructuras y servicios necesarios (calles sin asfaltar, sin acceso regular a servicios básicos de agua o gas, sin equipamientos educativos y de salud, sin red de transporte público, etc.).
Durante los años 80 las reivindicaciones vecinales logran equipar la ciudad mejorando así las condiciones de vida de quienes la habitan. Las vecinas y vecinos tomaron las calles para lograr el acceso a las redes de abastecimiento de agua, la construcción del hospital y de numerosas escuelas, la construcción de parques y espacios públicos etc.
Pero la Transición y las luchas vecinales no lo lograron todo. El poder político y económico ha utilizado la ciudad como un instrumento al servicio de sus intereses. Los lobbies privados y la ausencia de un enfoque metropolitano han incrementado las desigualdades dentro de la comunidad Madrid (la zona N-E para el mundo empresarial y financiero, mientras que la la zona S-O ha quedado para la clase trabajadora). A nivel local se ha promovido un desarrollo extensivo de la ciudad: La ocupación de suelo se ha duplicado en los últimos 10 años sin que esto responda a un incremento de población, que se ha mantenido en torno a los 200.000 habitantes.
Este modelo ha incrementado la dependencia del transporte público y reducido y ha deteriorado el espacio público. El ratio de zonas verdes (6,5 m2/viv) ha quedado muy por debajo de la de Madrid (42,32m2/viv). Además se han privatizado servicios, como el de recogida de basuras, que han elevado la carga impositiva (tasa de basuras) sin que esto haya supuesto una mejora en el servicio, y se ha promovido la construcción de obras faraónicas como la Vía Verde, al que se destinaron más de 900.000 € (aún sin justificar) o el pabellón deportivo Andrés Torrejón cuyo coste se estima en más de 30.000.000 € y cuya finalización estaba prevista para 2011.
La actuación municipal ha contrastado con la lucha vecinal por detener los más de 2.592 desahucios que se producían en nuestra ciudad entre 2007 y 2014
Queremos GANAR MÓSTOLES para hacer de nuestra ciudad un lugar más justo, sostenible y participativo
1.- por UN MÓSTOLES más JUSTO queremos:
•Trabajar por erradicar los desahucios en nuestro municipio en primera vivienda y desarrollar políticas que promuevan el ejercicio social de la vivienda (Ver Plan de Vivienda).
• Trabajar por erradicar del municipio los casos de pobreza energética (Ver Plan de Medioambiente)
• Trabajar por la aprobación de una política de transporte público que incluya el transporte gratuito para personas en situación de vulnerabilidad económica.
• Preservar el casco antiguo frente a intereses especulativos y paralizar los procesos de gentrificación.
• Promover la recuperación y la rehabilitación de los espacios públicos, particularmente de los más degradados e incorporar los criterios de género en el diseño de los mismos.
• Defender un nuevo modelo de articulación territorial más equilibrado.
2.- por UN MÓSTOLES más SOSTENIBLE queremos:
• Incrementar los espacios verdes: parques, jardines y su uso social y colectivo.
• Implementar un plan de agricultura urbana.
• Promover un modelo de movilidad sostenible. Potenciar el uso del transporte público y potenciar otros modos de desplazamiento como el peatonal o el uso de la bicicleta.
• Recuperar las calles y plazas para uso prioritario de las personas, dotándolos de actividades culturales y adecuándolos a las nuevas necesidades. Ganar espacio público a partir de la eliminación progresiva de espacio ocupado por los coches.
• Priorizar la rehabilitación urbana y paralizar los procesos de desarrollos urbanos especulativos. Implementar un plan de eficiencia energética del parque habitacional contribuiría a reducir la huella ecológica así como a generar empleo local.
• Incorporar Móstoles a la Red Mundial de Ciudades en Transición, e implementar iniciativas en transición que hagan de nuestra ciudad un referente internacional de sostenibilidad, equidad y desarrollo local.
• Desarrollar una estrategia de Sostenibilidad Estructural Urbana que incluya planes de intervención específicos en materia de energía, agua, transporte y residuos (Ver Plan de Medioambiente).
• Defender un nuevo modelo de articulación territorial más sostenible.
3.- por UN MÓSTOLES más PARTICIPATIVO queremos:
• Auditar los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento para la gestión de servicios municipales como son la gestión de residuos, el transporte público, consumo energético, etc., para transformar los costes innecesarios en inversiones de beneficio social.
• Auditar las inversiones realizadas por administraciones anteriores, como la Vía Verde de Almorox, la construcción de equipamientos, las cesiones de suelo, etc., para estudiar la situación de las mismas y depurar responsabilidades.
• Parar el Plan General de Ordenación Urbana y llevar a cabo procesos participativos de planificación urbana en los barrios.
• Facilitar la articulación comunitaria barrial y el empoderamiento ciudadano, con el fin de fortalecer el tejido de la sociedad civil mostoleña.
PARTICIPACIÓN SIGNIFICATIVA
En este comentario el concepto de participación se refiere al conjunto de cuatro elementos:
1) Acceso facilitado a información sobre la políticas públicas municipales.
2) Vías eficaces de presentación de propuestas.
3) Espacios de debate efectivos, gestionados para evitar las confrontaciones estériles, promover la escucha de todas las posturas y favorecer la producción de inteligencia colectiva.
4) Toma de decisiones finales tomando realmente en cuenta la participación ciudadana.
Creo importante incluir la creación de una estrategia de presentación y debate de propuestas ciudadanas con TRES características fundamentales:
– Que se pueda participar presencialmente u on-line; aunque la forma más dinámica y preferible sea on-line, siempre debe existir una via de participación alternativa para las personas que no se manejan, no se sienten cómodas o no tienen acceso a las herramientas de información y comunicación en Internet.
– Que tengan cabida diferentes niveles de participación sin menoscabo de los derechos de quienes se sitúen en uno u otro de los niveles: ciudadanos/as que deseen y puedan tener una mayor implicación en la generación y elaboración de propuestas; ciudadanos/as que deseen mantenerse informados pero no quieran o no puedan tener una implicación constante, aunque sí pueden intervenir de forma puntual en cuestiones más relevantes para ellos/as; y ciudadanos/as que no tengan interés o posibilidad de participación y asuman las decisiones que se vayan forjando e implementando con la participación de sus conciudadanos/as más activos/as.
– Que la participación sea SIGNIFICATIVA, es decir, que nadie sienta que su contribución realmente cae en saco roto y no sirve para nada. La participación de la ciudadanía tiene que tener un impacto real en el diseño, implementación y monitorización de políticas, siempre dentro de las líneas rojas de la salvaguarda de los derechos humanos, el respeto y el bien de la ciudadanía.