Moción en defensa del Conservatorio Rodolfo Halffter de Móstoles

en Actos públicos/Actualidad/Educación/Pleno Municipal

Moción defendida por la concejala de Educación del Ayuntamiento de Móstoles, Isabel Cruceta. En ella se insta a la Comunidad de Madrid a cumplir con la obligación de contribuir a la financiación del Conservatorio de Música Rodolfo Halffter, de Móstoles.

«No podría comenzar la defensa de esta moción sin denunciar de entrada la grave situación de la educación musical en nuestro país. Así, en junio del pasado año, en la Conferencia Mundial de la Sociedad Internacional para la Educación Musical, que se celebró en Reino Unido con la presencia de más de 2500 profesionales (profesores, académicos, investigadores, universitarios) de 90 países lo denunció la Sociedad para la Educación Musical del Estado Español. Allí se planteó como el sistema educativo español no contempla una adecuada presencia de la música tras la entrada en vigor de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (o como yo la llamo detestada LOMCE); un error que como constatan las más prestigiosas investigaciones de las universidades europeas nos aparta de todos los beneficios que la música tiene en el rendimiento educativo. Organizaciones como la UNESCO y UNICEF aseguran que influye en el aprendizaje, la creatividad, el desarrollo motriz y socioafectivo y en la prevención de la violencia.

Así ni los expertos ni nosotros entendemos cómo se pueden obviar estas recomendaciones y lo que sin embargo es evidente es que se necesita un cambio de modelo educativo respetuoso con la música.

La falta de apoyo de las autoridades educativas, cuando no el total desprecio hacia la música y la enseñanza musical, es dramática. Es terrible tener que depender de ellas, totalmente indolentes con situaciones como la que atraviesa nuestro Conservatorio sin ningún compromiso en cuanto a dotaciones presupuestarias, produciendo una asfixia que de prolongarse provocaría que su subsistencia no fuera posible.

Pero la cuestión es otra:

La cuestión es la que se reflejaba en la lectura de la moción. Y es que nuestro Conservatorio se creó en el año 2002, por Decreto, por una demanda educativa existente en Móstoles detectada por la Comunidad de Madrid, que en dicho Decreto se comprometía a contribuir al sostenimiento del Conservatorio en los términos establecidos en el convenio. Su importancia la confirma la aportación inicial de 1.262.124 euros que se prorroga e incluso aumenta en los cuatro años siguientes que dura el primero, hasta 2005. Es en 2006 cuando se empezarán a firmar anualmente. Es en 2009 cuando la aportación es la más elevada, 1.870.934 euros. Cantidades no fijadas arbitrariamente sino imprescindibles para asegurar la viabilidad del Conservatorio y, por ende, el cumplimiento de las obligaciones contraídas por la Comunidad de Madrid.

Y aquí es donde me paro y me voy al diccionario de la RAE para comprobar, por si acaso, la acepción  del verbo sostener:

«Sustentar, mantener firme algo. Dar a alguien lo necesario para su manutención.»

Es evidente, no me he equivocado. Faltan una vez más a sus compromisos. Porque a partir del año 2010 el descalabro y el recorte en las subvenciones es brutal, más de 200.000 euros por año, que nos llevan hasta los 700.000 euros aportados en 2016 y los 600.000 pretendidos para el 2017.

El Señor Consejero ante tales recortes asegura en medios y también a nosotros en la reunión que mantuvimos el pasado viernes que el Ayuntamiento de Móstoles tiene el conocimiento de las reducción en las aportaciones regionales”, rebajas que se iban a producir, “según lo acordado, de forma escalonada a razón de 200.000 euros por año”, por lo que en este ejercicio “tendrían que recibir 174.000 euros, y no los 600.000 que se han presupuestado”. Muy generoso… También la propia Lucía Figar —investigada en el marco de la Operación Púnica— manifestó lo mismo en su comparecencia en la Comisión de Hacienda de la Asamblea de Madrid en noviembre de 2013: …estamos acordando con el Alcalde un plazo progresivo en los próximos años para que ellos se hagan cargo, progresiva y gradualmente, del sostenimiento de este conservatorio. Hay un convenio, y hay que cumplirlo; pero insisto en que estamos viendo con el Alcalde cómo puede quedar en manos del Ayuntamiento de Móstoles sin que haya duplicidades, en un proceso gradual a varios años y sin escaparnos de nuestras responsabilidades…

Pues miren, yo he puesto patas arriba la Concejalía y también el Alcalde y yo se lo pedimos al Consejero, que parecía que leía, pero no nos lo dio.  De existir un documento en el que tal reducción hubiera quedado fijada, el asunto sería terriblemente grave y yo me pregunto:

De existir:

¿Por qué se ha ocultado a la Comunidad Educativa?

¿Por qué no se ha evidenciado en el Consejo Escolar Municipal?

¿Por qué no ha quedado reflejado en las actas de seguimiento del Convenio en sus renovaciones?

No hay tal documento. No, esto es más propio de una conversación de despacho y de un alcalde puesto a dedo y que se ha visto obligado a dimitir. Y de tratar que toda una comunidad educativa, la del Conservatorio Rodolfo Halffter no se levantara reclamando lo que es justo y no simplemente arbitrario.

Y vuelvo a pararme, y compruebo la acepción de arbitrario, y entonces lo entiendo todo:

Arbitrario: “Que depende solamente de la voluntad o el capricho de una persona y no obedece a principios dictados por la razón, la lógica o las leyes”.

Arbitrarias, previsibles, y permítanme,  insultantes han sido todas las respuestas del Consejero. Porque a la pregunta de cuál es la causa de tales recortes, un 68% que conducen a una situación límite,  si las necesidades de su creación no han cambiado sino que año tras año aumentan como prueba el caso de que niños y niñas se queden fuera, porque si damos cobertura a un 42,5% de alumnado de otras localidades vecinas,  no se puede permitir que presente este asunto como un problema del Ayuntamiento de Móstoles después de haberse creado mediante un compromiso de sostenimiento entre ambas administraciones que figura nada más y nada menos que en un Decreto dictado por la propia Comunidad de Madrid, publicado en el Boletín Oficial. Inaceptable e indignante.

Se las pasan inaugurando a bombo y platillo pero luego dejan el peso de la financiación a los Ayuntamientos. Los dejan tirados en la cuneta. Podría hablarles por ejemplo de la BESCAM, pero hoy es la música la que debe ocupar todo, la misma que suena ahí fuera, y por ello les cito las Escuelas de Música y Danza como otro de sus pésimos ejemplos de gestión. Se gastaron 33 millones de euros en el año 2006 en unas infraestructuras para luego dejarlas caer. Obligaron a los Ayuntamientos a crearlas, ellos lo hicieron confiando en un apoyo autonómico y de un día para otro, sin ninguna planificación, sin estar los municipios avisados,  dejaron de financiarlas. Que desfachatez que en el Pleno de la Asamblea de Madrid del pasado mes de febrero el Consejero esgrimiera para justificar esta falta de apoyo del gobierno autonómico que la causa es financiar los Conservatorios Profesionales.

¿Saben qué es lo que están desmantelando?

El derecho una vez más de todos y todas a la Educación, la musical superior en este caso. Porque nuestro Conservatorio es muestra de cohesión social, de igualdad de oportunidades. Las mismas oportunidades que machacan algunas de sus cifras en los presupuestos de Educación de la Comunidad: menos de 40 millones para I+D, cerca de 1000 millones para la Escuela Concertada (en 2009 no llegaban a 800), 70 millones para infraestructuras frente a 210 en 2009, recortes del 13% en FP y del 10% en compensatoria…. Me preguntaba la Sra. Cortés el otro día en el Consejo Municipal Escolar por qué los actuales proyectos de la Concejalía de Educación no se destinan a la concertada; pues miren, entre otras cosas,  por esto. Porque ya está bien. Porque conocemos su modelo de solo para unos pocos, y su presupuesto es simplemente insuficiente, insolidario y opaco y vuelve a dejar a Madrid en el último lugar de gasto por estudiante. Ya lo vieron el pasado 9M en las calles de Madrid, y lo ven hoy también, en nuestra plaza: son muchos en este pueblo los que han decidido ya subir el volumen.

Y lo suben porque a causa de sus políticas muchos de los instrumentos no pueden ser reparados o están directamente inutilizables, hay sillas estropeadas, aulas a las que las faltan pupitres, ordenadores desfasados e inútiles, sin licencias para programas de notación musical, falta de atriles, una biblioteca desmantelada, falta de profesores….

Un Conservatorio que el pasado año fue elegido por la Fundación Excelentia para recibir el premio al Proyecto Educativo, que en unos días viajará a París, que ofrece a más de 30.000 escolares conciertos pedagógicos, que no para de realizar intercambios, que acompaña todos los actos municipales. Una buena parte del alma cultural de esta ciudad.

Sres. y Sras. del PP: No nos recuerden ahora lo que ya sabemos. Este momento es otro y solo queda posicionarse incondicionalmente. La orquesta no dejará de sonar pero sus aplausos sonarán a hueco.»

«Ya imaginaba yo que entraríamos en el terreno de Leganés, Alcorcón o Getafe. Pero miren yo vivo en Móstoles y trato de gestionar, lo mejor que puedo, una Concejalía del Ayuntamiento de Móstoles y de defender la parte que me toca, la de las personas mostoleñas y la de los más de 200 alumnos de otras localidades que nuestro Conservatorio acoge. Porque este Conservatorio nació con una vocación acogedora y de referencia comarcal.

Y aunque me parecen ciertamente oportunas las reivindicaciones de Alcorcón o Leganés  insisto, insisto e insisto en mi solidaridad total con todos aquellos que reclaman derechos para el acceso a la Educación. No me van a llevar al lodazal ni estoy aquí para pelearme con nuestros vecinos. Hablamos de Móstoles, del derecho a la Educación, de los derechos del Conservatorio RH, de los de nuestros hijos e hijas en condiciones de igualdad.

Y la igualdad de trato no debe ser a la baja con pérdida de servicios y derechos y no voy a entrar a competir por recursos. Hablamos del sostenimiento de los servicios de nuestra ciudadanía y de las obligaciones contraídas por el gobierno regional con unos chicos y chicas, cuyo enorme esfuerzo compaginándolo con sus estudios obligatorios no es valorado. Si lo fuera tendrían el apoyo institucional que merecen por parte de la Comunidad de Madrid.

Estamos ante un gobierno que se muestra cruel en la defensa, que es escasa, de este centro y pareciera que un tanto desconocedor de las leyes educativas y creo que hasta del derecho, cuyos actuales gestores están aplicando recortes irracionales que parecen querer acabar con la supervivencia de muchos futuros músicos. Recortes irracionales que no son más que un desmantelamiento de otro recurso educativo público y llevarnos a su modelo tendente a la privatización con el que solo tienen acceso a una Educación las clases más privilegiadas. Sólo les falta decirnos «el que quiera estudiar música, que se la pague».  Y eso es contrario a lo que aquí estamos defendiendo, que no deja de ser también aprovechar el poder transformador de la música para el bienestar de todas las comunidades. Ella es camino indiscutible hacia una sociedad rica en cualidades como el pensamiento libre, la cooperación y la creatividad.

Y por todo esto en la mesa de trabajo que nos propone el Consejero para estudiar su viabilidad (y que espero no tener que reclamar como la que nos ofrecieron en octubre) no pueden barajarse opciones que no garanticen la estabilidad necesitada y la cofinanciación digna a la que su creación por Decreto les obliga. Porque esta comunidad educativa no ha iniciado las movilizaciones para denunciar el nuevo recorte de 100.000 euros de la Comunidad de Madrid, es la gota que colmó el vaso; lo que denuncian no es otra cosa que el incumplimiento de la legalidad, y sí, un recorte, pero de más de un millón de euros, acordado según escuchamos, pero en secreto.

Voy a acompañar a esta comunidad a exigir responsabilidades, a sus profesores, a sus alumnado, a sus familias; lo que ya se construyó no pueden tirarlo por la borda. Y ustedes con casi toda seguridad me acusarán de su utilización política o como ya me dijeron el pasado año, cuando defendía esta misma causa, de hacer política de la pancarta.  No renunciaré a ella, ni al derecho a reivindicar en las calles aquello que es legítimo y nos corresponde, máxime cuando en multitud de ocasiones se ha intentado por la vía más diplomática y desde el verbo construir, el diálogo. Pero los gobiernos de Esperanza Aguirre en su momento o de Cristina Cifuentes en la actualidad han hecho oídos sordos a todos los argumentos, y ahora ya la música suena.

Nuestro Conservatorio garantiza una enseñanza musical profesional en igualdad de oportunidades, garantiza el brillo de esta ciudad, y recordando sus palabras del pasado año cuando me decía que hablaba desde el conocimiento, de que había sido alumna, de que no había otro conservatorio mejor en España, de su denuncia a las disminuciones, entonces no me queda otra que decirle que nuestro esfuerzo, nuestra voz y esos instrumentos que suenan no deben cejar en el intento.

Sra. Cortes: defienda nuestro Conservatorio.»