Isabel Cruceta expone nuestra postura sobre el conservatorio Rodolfo Halffter en particular y la importancia de la enseñanza musical en nuestra sociedad.
Gracias Presidente y buenas tardes a todas y todos. Gracias también a los que nos acompañan y a los que nos siguen on line.
El mundo de la Cultura padece un estado anémico en estas últimas décadas causado fundamentalmente por el recorte en los servicios públicos. Las políticas educativas y culturales no están pensadas para la gente que vive, trabaja y disfruta de ellas.
No corren buenos tiempos para la lírica y no corren buenos tiempos para la enseñanza de la música.
No lo entendemos, porque la música es básica para la vida. Hay numerosos estudios que hablan del ser humano como un ente emocional. Es más, la música se encuadra dentro de las necesidades de segundo orden, es decir después de comer, dormir y beber que conforman el primero. Otros estudios, como en el que colaboró el músico y compositor Sting, demuestran que hay una multiplicación exponencial de las neuronas en las personas que tocan instrumentos y los últimos realizados por Brain, music and shound en Canadá confirman que la música nos hace felices. El psicólogo e investigador Howard Gardner, centrado en el campo de la Educación, dio un vuelco a la forma de entender la inteligencia humana, que se centraba de forma tradicional en un solo tipo de inteligencia: la intelectual. Él establece 9 inteligencias interconectadas, sin orden jerárquico, entre las que se encuentra la musical y a la que le da un valor especial, por globalizar y complementar a las demás.
Y para estudiar música es fundamental la existencia de los Conservatorios y las Escuelas de Música, que, sin embargo, viven un momento complicado. Han quedado atrapados en la indefinición de sus títulos, están totalmente marginados por las administraciones y lastrados por los recortes. Su situación se une al deterioro de la educación musical en Primaria y Secundaria auspiciada por la LOMCE.
Los recortes mellan y los conservatorios sufren igual que el resto del sistema educativo. No en las ratios, porque si fuera así no se podría enseñar a tocar un instrumento, pero sí en cuanto a la reducción de los presupuestos y la subida de las tasas que conlleva.
Justo lo que tenemos en Móstoles.
Como se indicaba en la lectura de la moción y tal y como se expresa en el preámbulo del Decreto 142/2002 del uno de agosto son los poderes públicos los que tienen que velar y garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la Educación. Y la Comunidad de Madrid en el mismo Decreto se comprometió a contribuir al sostenimiento del Conservatorio en los términos establecidos en el convenio que se firmó y fue acordado en el Consejo de Gobierno del 25 de junio de 2002. Su importancia la confirma la aportación inicial de 1.262.124 euros que se prorroga e incluso aumenta en los cuatro años siguientes que dura el convenio, hasta 2005. Es en 2006 cuando se empezarán a firmar anualmente. Es en 2009 cuando la aportación es la más elevada, 1.870.934. Es a partir de esta fecha cuando empieza el descalabro y el brutal recorte en las subvenciones de más de 200.000 euros por año que nos lleva hasta los ridículos 700.000 euros para el 2016 que nos tienen aquí sentados.
En Ganar Móstoles no terminamos de comprender como siendo conscientes de esta situación tan alarmante y obvia a la par ha sido consentida por todo el mundo, pues basta con echar un vistazo a estas cifras para pensar que caminan hacia un cero (enseñar hoja).
Además, se expresaba igualmente en la lectura de la moción, que las demandas educativas de nuestro Conservatorio no pueden ser atendidas en otras zonas distintas de Móstoles. Si nos detenemos en la lectura de las ratios vemos que el de Móstoles es uno de los que tiene mayor carga lectiva, con una media de 12,06 alumnos por profesor frente a los 8,90 de Getafe o los 9,77 de Alcalá de Henares durante el curso 2014-2015, a lo que igualmente habría que añadir que aproximadamente un 35% de su alumnado no es de nuestro pueblo sino de los municipios colindantes que carecen de la posibilidad de contar con un centro de semejantes características y que justifica una vez más la necesidad firme y constante de esta aportación.
Es una pena que, sin embargo, esta situación no nos sorprenda dada la constante política de destrucción de la Educación Pública por parte de la Comunidad de Madrid. El Conservatorio viene a ser un elemento más del desprecio por parte del gobierno autonómico y su desbaratamiento un poco más de la desidia y corresponsabilidad del anterior equipo de gobierno.
Desde el minuto uno Ganar Móstoles se ha preocupado de forma activa por la situación del Conservatorio como viene a demostrar su inclusión de forma explícita en nuestro programa siendo una de nuestras primeras actuaciones la reunión con su director el 7 de julio. A partir de ese momento el contacto ha sido continuo y constante canalizando a las distintas Concejalías las diferentes necesidades y reivindicaciones. No sólo con su dirección sino con el resto de la comunidad educativa a la que hemos trasladado nuestra postura más crítica ante lo que estaba aconteciendo.
En nuestro ánimo está luchar porque esta situación se revierta para dotar al Conservatorio de la estabilidad suficiente y los medios adecuados para el desarrollo de proyectos que puedan llevarse a cabo.
Para terminar simplemente decir que para nosotros y nosotras el Conservatorio es un elemento imprescindible y necesario en el patrimonio cultural del municipio del que, todo hay que decirlo, no andamos muy boyantes.
La Cultura, y en este caso la formación musical, no debe entenderse como un gasto sino como una inversión en la formación integral de las personas. Una inversión que no ha de entenderse solo desde la perspectiva económica sino como generadora de un patrimonio social de incalculable valor.
Por todo esto la Comunidad de Madrid no puede más que atender a cumplir con la obligación de contribuir a la financiación del Conservatorio y retornar de forma progresiva a las aportaciones iniciales que pusieron en marcha este maravilloso proyecto.
Ya lo dice Keith Richards: “La música es una necesidad. Después de la comida, el aire, el agua y la calefacción, la música es la siguiente cosa necesaria en la vida. Simplemente, tocar un tema es un lujo.”